Las Minas de Real de 14 y el Cerro Quemado

El sol ha caído, las nubes se sienten aca bien cerquita, aquí estoy en lo alto del cierro , aún se intuye a lo lejos el desierto, donde duerme el abuelo, el hicuri, el peyote…

Esta es una zona sagrada para los nativos Wixarikas (huicholes) , los Wixarikas peregrinan desde otros estados a esta zona, que ellos denominan Wirikuta.

Aquí toman el peyote, un cactus que sale en esta zona, que contiene mescalina, tradicionalmente fue usada por muchos pueblos nativos americanos como medicina, o en rituales, con el tiempo, tanto por muertes de las culturas nativas americanas como por extincion del cactus en diferentes zonas, ya prácticamente sólo se conservan su uso tradicional el pueblo Wixarika.

Nosotros miramos el desierto desde lo alto del cerro, en un pueblo llamado Real de 14, un pueblo bien bonito, de casas viejas y calles empedradas, acunado entre montañas de diferentes tonos, predominan los pigmentos amarillos,violetas, y rojizos, fue un pueblo minero, toda esta zona estaba llena de oro y plata, este pueblo, fue construido para explorar minas de plata.

– La gente se reventaba en la mina, mi padre trabajaba en la mina, yo era chiquillo, esas ruinas que ves ahí, hace 30 años que se abandonaron, los patrones los tenían en malas condiciones, la gente se moría, los pulmones les reventaban, pocos de mi quinta que trabajaron allí aún sobreviven y con lo que ganaban casi ni podían mantener a la familia, entonces se puso serio, llegaron los sindicatos y la gente empezó a pedir más salario, y mejoras …. los patrones que ni caso, y se pusieron en huelga, pararon todo… – Nos comenta un paisano que encontramos mientras caminábamos por el Cerro.

Las minas cerraron unos 30 años atrás, los propietarios nunca aceptaron las condiciones que pedían los trabajadores y se fueron a otros pueblos mineros, eso les salía más acuenta.

Esa misma mina junto con otras zonas del territorio sagrado, fueron concedidas a mineras Canadienses por el estado Mexicano, debido a ello hubo un gran movimiento y posturas encontradas, mucha lucha y protesta, sobre todo por parte de los Wixarikas, defendiendo la tierra sagrada, pero también habían personas que querían que las minas se explotaran, por que se creían la idea de que daría trabajo a los pueblos de la zona, obviando todo el impacto ecológico que ello acarrearía. Se creó el “frente de defensa Wirikuta”, que se movilizó y presionó fuertemente para que los planes mineros, no se realizarán.

Más info sobre la lucha en Wirikuta;

www.laizquierdadiario.mx/La-resistencia-de-Wirikuta-contra-el-extractivismo-en-Mexico?id_rubrique=1714

http://salvemoswirikuta.blogspot.mx/?m=1

La perra coyote.

Varios días estuvimos en real de 14, y cosas bien interesantes nos pasaron. Nada más llegar casi de noche, se me acerco una perrita con cara de coyote, le perseguía un perro enorme y pronto me di cuenta de que estaba abandonada y con el celo, y que no paraban de perseguirla y molestarla, le espanté a los perros y me quedé con ella un rato en la noche, cuando me desperté a la mañana siguiente seguía fuera de la furgo y nada más abrir la puerta brinco de alegría y amor . Nos acompañó todo el día, percibimos que no tenía cola, y poco más tarde en ese día nos encontramos unxs chicxs que la andaban buscando, se la llevaban del pueblo para intentar meterla en un refugio, estos últimos meses habían habido muchos casos de perros mutilados y asesinados en el pueblo y a ella le habían cortado la cola hace unas semanas… la perra nos había elegido y después de pensarlo mucho decidimos acogerá en nuestras vidas y furgoneta .

Se llama Boira ( niebla en catalán) por que así estaba la noche que la conocimos.

Cerro quemado

Un día subimos a el Cerro quemado, es uno de los centros energéticos y sagrado para los Wixarrikas y donde acaba su perenigracion hacia el Este, donde dicen es el origen de la vida.

Empezamos a caminar, lo que se supone que sería una caminata de 2 horas hasta llegar a la montaña se convirtió en una aventura de campo a través, pueblos abandonados y caballos salvajes, pero al final llegamos a el pie de la montaña después de 4 horas,

allí vi algo que no había visto nunca en mi vida, una estrella fugaz de día, justo encima de la montaña sagrada, ya se que suena muy de cuento, pero así fue, una luz muy intensa y rápida se perdía en el cielo, en ese momento empezamos a subir y el lo alto encontramos una pareja de Wixarikas, haciendo artesanía en una sombra, al lado de unos altares, les pregunté si habían visto la estrella, su respuesta fue – pues no no la vimos, a veces hay cosas que sólo aparecen para uno mismo y para nadie más, yo sólo estaba aquí durmiendo- mientras se tumbaba en la sombra de un cactus con los ojos muy brillantes.

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